9 sept 2011

Nueva York: La Ciudad Vertical

Amanece en North Bergen, pero no estamos en Noruega, sino en Nueva Jersey, que es donde está nuestro hotel. En el desayuno no hay bollería fina, aunque nos ponemos finos a bollería, pues hay que coger fuerzas para empezar a recorrer el Midtown de Manhattan. Un autobús nos lleva por la interestatal 495 a la Gran Manzana, así que hoy seremos dos gusanitos más, hambrientos de descubrir lugares que han salido miles de veces en la televisión.

Nuestro recorrido empieza por Time's Square, sí, esa plaza llena de pantallas multicolor con decenas de anuncios, noticias e índices bursátiles que destellean sin parar. Por la plaza pasa Broadway, que es la calle ancha, como su nombre indica, y donde hay una innumerable cantidad de teatros donde se representan esos musicales a los que parece que todo el mundo ansía ir, pero a los que sólo entran los que creen haber conseguido una ganga al comprar una entrada de atraco a mitad de precio.

Pasear por Nueva York es toda una experiencia. Es como si te hubiese absorvido una película en 3D: los taxis amarillos, las alcantarillas humeantes, los ejecutivos con su café en la mano, ... Eso sí, uno no se termina de acostumbrar en los semáforos a decir 'vamos, que está en verde' y no conseguir terminar la frase porque no te cuadra viendo que el hombrecillo es blanco.

Recorremos Manhattan de oeste a este. Entramos a la Gran Central Terminal, que es la estación más grande del mundo en número  de andenes y luego pasamos por el archiconocido edificio Chrysler. Metálico, elegante y estiloso... aunque curiosamente con forma de algo radicalmente opuesto: los tapacubos de los coches del mismo nombre, pues fue la sede de esta firma automovilística.

Ya en el lado este de la calle 42, nos salimos sin darnos cuenta de los EEUU. ¿Que a dónde? Pues a la de la sede de las Naciones Unidas, que está en territorio internacional y pertenece a los 193 países que la componen. Tiene desde su policía hasta la emisión propia de sellos. Asistimos a una visita guiada en español, con una guía austriaca vestida con el traje típico de su país. Pablo, que es muy frikilítico, entra en éxtasis cuando visitamos el Salón del Consejo. La visita es muy interesante, pues te explican las grandes labores que se hacen en materia de paz, derechos humanos, medio ambiente, etc. El grupo es reducido y de cinco tres son mudos, así que sólo Pablo y yo le damos conversación a nuestra sonriente guía austriaca.

Ya de nuevo en la ciudad, seguimos callejeando por calles y avenidas, viendo desde un trozo del muro de Berlín, hasta rascacielos con formas imposibles. De hecho, nos dirigimos a uno de los complejos que fue todo un referente en su época: El Rockefeller Center. Por tener, tiene hasta dos esculturas de cristal Swarovski. En lo más alto, a más de 260 metros de altura, se encuentra el Top of the Rock, que son las tres terrazas desde las cuales hay unas vistas impresionantes de la ciudad. El día está soleado y no hace aire, así que disfrutamos como dioses, viendo tan pequeñitas a las personas y los coches corretear por las calles.

Las inmediaciones de Rockefeller Center también son de esas que salen en muchas películas: el árbol de Navidad (que fue el primero del mundo en lucir luces eléctricas), la pista de patinaje que en verano es la terraza de un bar, las esculturas del atlante y el Prometeo (la escultura más fotografiada de la ciudad), etc. Pero, curiosamente, un lugar que recomendamos ver es la tienda Lego que hay en la misma plaza: grandes figuras hechas con este juguete constructivo deleitan a grandes y mayores por igual.

Dejando el Radio City Music Hall a un lado, nos vamos a comer cerca del M.O.M.A., el Museo de Arte Moderno, donde ya hay varias manzanas de cola para poder visitarlo gratuitamente. A la vuelta ya no hay nadie y entramos directamente... ¡¡Qué sagaces!! Ya dentro, vemos cuadros como la Noche Estrellada de Van Gogh o Las Señoritas de Avignon de Picasso. Pero la verdad es que más que MOMA debería llamarse COÑA, pues la mayoría de obras, para unos no entendidos como nostros, no dejan de ser burlas al arte del esfuerzo, a la pintura en detalle, a la idea elaborada. O si no, que venga y me lo explique el artista que ha creado unos gurruños con escatológicos colores y formas.

Seguimos recorriendo la ciudad, por la Quinta Avenida y luego por Columbus Circle, para volver al punto departida, Time's Square. Visitamos varias tiendas en la que cada cual es más asombrosa que la anterior: Disney tiene un carrusel y el castillo de la Bella Durmiente; En Hershey's (marca de caramelos y chocolates americanos) emula a una fábrica; en Toys'R'us hay una noria dentro; y en M&M's hay muñecos gigantes.

Ya está anocheciendo y decidimos finalizar el día dando un paseo por el puente de Brooklyn. Miles de bombillas iluminan el skyline de la ciudad, donde destaca el edificio que se está construyendo en la zona 0, iluminado con los colores de la bandera americana. Mañana recorreremos esa zona, el sur de Manhattan.

4 comentarios:

  1. Bueno, y las hamburguesas gigantes cuando tocan? Mucho ver pero hay que alimentarse!!! :)

    Pili

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  2. Me alegra que lo estéis pasando muy bien.Os leemos todos los días e informamos a mamita. Un beso y a seguir disfrutando. Inma.

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  3. 11/9/2011 hoy es como si estuvieramos en new york por lo del 11s. todos los telediarios lo han dado. Que buena la foto de times square. ya podia estar maider en uan tienda de esas que habeis visitado. Se volveria loca. me alegra que lo esteis pasando tan bien, cuidaros. Ama te manda recuerdos. agur

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  4. Mataría por haber visto a esa austríaca !! No hay fotos??
    Fran

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