25 sept 2011

Estado de Nueva York: De Syracusse a Albany

Hoy es domingo, día en el que Dios descansó y nosotros también. En un exceso madruguil, nos levantamos a las siete y tranquilamente damos un paseo por Syracusse. La ciudad tiene algunos puntos interesantes, pero está totalmente vacía. No hay cafeterías donde tomar un aperitivo, panaderías donde comprar churros o quioscos donde adquirir la prensa dominical. Tan sólo algunas iglesias abiertas para los servicios religiosos, tras los cuales la gente coge el coche y vuelve a su casa. ¿Es que aquí nadie ha descubierto la ración de rabas o calamares?


Un poco más al este paramos en Oneida, para visitar la iglesia más pequeña del mundo. No tenemos la dirección exacta, así que nos acercamos a un Fast Food para tener wifi gratis. En todos los restaurantes, estaciones y edificios públicos de esta nación hay internet inalámbrica, así que es fácil buscar un punto de conexión. Con la dirección y una ayuda extra de un joven de la zona, llegamos a la pequeña Cross Island Chapel. Está en una isla en medio de un lago y pueden entrar sólo dos personas. Leemos que hace poco hubo una boda y sólo el cura y los novios pudieron estar al lado de la iglesia, con todos los invitados en barcas y en el borde del lago.

Seguimos rumbo al este y nos adentramos en el Parque Estatal The Adirondacks. El otoño luce todo su esplendor con los colores ocres, amarillos y rosáceos de los árboles. Hay muchos pequeños lagos y el cielo claro ilumina este lienzo natural. Echamos en falta más lugares de recreo, ya que en los lugares que no son bosque sólo hay casas privadas. En un lago hay un manzano y recogemos un buen montón de manzanas. Fruta fresca y sin pesticidas... capricho torrejonero.

En nuestro camino nos encontramos con un pueblo llamado Speculator... ¿será donde vienen todos los brokers de la Ciudad de Nueva York a desestresarse? ¿Habrá que pedir en los restaurantes al grito de 'Compra, compra'? ¿A cuánto cotizará el barril de coca-cola? En un restaurante de madera paramos a comer y comprobarlo. Nos llama la atención que la bebida, en lugar de servirla en vasos, la sirven en botes.


Salimos del parque estatal y nos dirigimos a Schenectady, llevados más por la originalidad de un par de edificios que de su propia historia. El primero que vemos es la catedral, hecha en piedra rojiza y cobre enverdecido. El interior se asemeja más a un teatro que a un centro espiritual, pues los bancos están situados en dos anfiteatros semicírculares y en pendiente. El segundo lugar que visitamos es el Nott Memorial, uno de los pocos edificios del mundo con 16 lados... todo un record anecdótico, ya que lo normal hubiese sido hacerlo circular.

Y nos vamos a Albania. No, no vamos a teletransportar a Siqiperia ni tampoco es el destino de nuestro próximo viaje, aunque quién sabe. Albany es la capital del estado de Nueva York. Sí, esta ciudad pequeñita es la que gobierna a la propia Ciudad de Nueva York... ¿a que no pega? No habíamos investigado qué había para ver en la capital del estado, y nos sorprende gratamente. Aunque está igual de vacía que Syracusse, hay edificios administrativos con diseños elegantes, como la Corte Estatal, el Ayuntamiento o la Biblioteca del Estado. También hay un parque de esculturas al lado del Parlamento de Nueva York, donde además se encuentra el centro de convenciones The Egg, un estrambótico edificio con forma de medio huevo.

Albany ha sido todo un descubrimiento. El bullicio de un día laboral le hubiese dado más vitalidad a la ciudad, pero las cosas son como son. Hoy toca irse a la cama con Casimiro, porque mañana... ¡¡hay que madrugar!!

1 comentario:

  1. oye, igual es que los americanos no conocen las tapas o pintxos. Veo una oportunidad de negocio. VAya sosos los yanquis que se quedan en casa los domingos.
    Aqui es verano, que calor dios mio, treinta y pico grados, besitos de MAider y UNai

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