En este país da igual el número de carriles que tenga una vía, porque todos tendrán tráfico. Camiones, furgonetas y grandes coches ruedan por las carreteras americanas, constante e incesantemente. La industria automovilística es uno de los motores económicos y hoy nos dirigimos a la ciudad donde nació esta forma de vivir: Detroit.
En Dearborn se encuentra la fábrica y museo de Henry Ford. Fue aquí donde Ford consiguió, tras dos intentos fallidos, llevar a cabo su sueño: crear coches con un coste reducido, de forma que cualquier americano pudiese permitirse comprar uno. Creó la cadena de montaje, en la que, en lugar de ser el trabajador el que se dirige hacía su tarea, es la tarea la que va hacia el trabajador. De esta forma, colocando piezas de una forma mecánica y no teniéndose que desplazar, consiguió que montar todos los componentes de un coche se pudiera realizar en tan sólo 93 minutos.
Visitamos el tour por la fábrica. Inicialmente te ponen una película que te explica toda la historia, incluyendo la etapa en la que en la fábrica trabajaban mujeres para hacer munición mientras sus maridos luchaban en la 2ª Guerra Mundial. Luego, pasas a un cine de 360º en el que a las imágenes y el sonido se suman la temperatura, el viento y hasta el agua. ¿Será para que Pablo no se duerma? Después se visita la cadena de montaje, en la que los guías parecen ser jubilados de Ford. También hay una exposición de los coches que se han fabricado y donde sí que se pueden hacer fotos.
De la fábrica de Ford pasamos al museo. Aquí se encuentra el coche en el que fue asesinado John Fitzerald Kennedy. Está totalmente limpio, ¡¡qué bien salió la sangre!! Pero en este museo no sólo hay coches, también hay un poco de toda la historia americana: locomotoras, maquinaria industrial, aviones Fokker y hasta la silla en la que fue asesinado Lincoln. Con tanto asesinato esto parece CSI Detroit.
A eso de las cuatro de la tarde visitamos el centro de la Detroit, donde tienen la sede empresas como Ford, Crysler o General Motors. Lo primero que llama la atención es el 'People mover': es un tren sobre una vía elevada a unos diez metros y que tiene paradas directamente en los edificios. También es curioso que tengan pasarelas 'tubo' para ir de un sitio a otro... ¡¡en invierno el frío tiene que ser de escándalo!!
Uno de los edificios que más destaca de la ciudad es el Reinassence Center, sede de General Motors y compuesto por cinco torres de cristal. En la planta baja está el General Motors Showroom, un catálogo en vivo de los modelos que se fabrican actualmente... ¡¡y los precios no son nada caros!! Una furgoneta-tanque de esas que gustan tanto aquí, puede salir por unos 22.000 euros, seguramente impuestos aparte. Nos probamos unos cuantos... ¡¡y es que nos quedan de bien todos!! Excuse me, where is the outlet?
Al otro lado del río Detroit se ve Windsor, ya en tierras canadienses. Mañana cruzaremos la frontera y visitaremos un trocito del país con la bandera de hoja de arce. Antes de retirarnos al hotel, pasamos por un Mall, pues resulta que me compré un nuevo jersey en Nueva Jersey y siete estados después vimos que no nos habían quitado la protección antirobo, y como pin queda un poco feo, la verdad.
Llegamos al hotel y casi nos aterriza un avión en la cabeza, pues se encuentra al lado del aeropuerto. 'Pues me da igual, José Blas', no existe ruido suficiente que hoy no nos permita dormir.
la verdad te queda de cine el coche-tanque. Maider y Unai os mandan besos.
ResponderEliminarDonde estais? no recibo vuestro blog desde hoy y estamos a24/9? Me lo paso muy bien con vuestro blog. Por favor escribir.
ResponderEliminar