16 mar 2016

Del rondavel a las estrellas

Nos despedimos de la inmersión cultural de Shakaland y de su recepcionista gritona,  desayunando en el comedor con forma de rondavel y con murales de escenas de la historia zulú. Claro que en los 200 años de historia falta pintar el presente, con zulús que conducen coches y usan tabletas como el resto del mundo moderno. ¿O acaso alguien piensa que siguen con taparrabos y lanzas? Es como si alguien pensara que los vascos aún van con txapela y albarcas por la Gran Vía.

Tomamos la Nacional 2, con peajes de 'pago-por-pasar', y vamos dirección al sur paralelos al Océano Índico pero que no vemos en ningún momento. Las autopistas son muy rectas y están igual que en cualquier país avanzado, aunque cabe destacar que en algunos tramos no hay mediana. Hay controles de velocidad y también de velocidad media entre dos puntos, así que conviene ajustarse a la velocidad máxima para no salir en la foto. Por esta zona, se alternan pueblos humildes con pueblos llenos de chalés y centros comerciales.

Llegamos a Pietermaritzburg, capital de la provincia de KwaZulu-Natal, algo muy curioso ya que parecía que Durban, la ciudad más poblada, iba a ser la capital. Escenario de las guerras Anglo-Boers, conserva aún muchos edificios coloniales y de ellos el que más destaca es el del ayuntamiento. Hay una zona comercial llena de tiendas, donde nos sorprende que hay muchas peluquerías donde se pone pelo postizo. Las nativas tienen el pelo muy rizado y para poder variar en los peinados sin tener que recurrir a alisarlo continuamente, optan por raparse la cabeza y ponerse una peluca... en plan playmobil.

Paseando por sus calles, llegamos a la conclusión de que en esta ciudad ha debido de ocurrir lo mismo que en Johannesburgo y Pretoria: los blancos se han ido a vivir a zonas residenciales lejos de la ciudad, los negros con dinero viven en los alrededores y los negros más modestos viven en el centro. Es una pena porque se ve claramente que los edificios históricos son de los periodos de ocupación blanca y que ahora los negros de clase baja tienen la ciudad un poco descuidada. Seguro que en algún momento resurge para ser lo que un día fue.

Otras dos cosas nos llaman también la atención. Por un lado una escultura de Gandhi, ya que fue aquí donde yendo en un tren en primera clase le hicieron bajarse tan sólo por el color de su piel. La segunda cosa que nos llama la atención, mucho más banal, es que hay anuncios en las paredes de clínicas para abortar y para... ¡¡alargarse el pene!! ¿¿Pero es que no tienen teletienda de madrugada??


Dirección norte por la Nacional 3, visitamos Howick, con edificios coloniales construidos al lado de una cascada de agua que tiene el mismo nombre. Tiene la misma altura que las cataratas Victoria en Zimbawe y, según la tradición, el lago en el que cae el agua reside Inkanyamba, una criatura gigante con forma de serpiente. Claro, claro... si hasta será familia de Nessy.

Nuestra última visita es a la tierra xhosa. No, no se trata de un lugar aburrido, sino de la zona en la que viven los xhosos, una de las etnias del país. Tienen un idioma propio, que es uno de los once oficiales de la República Sudafricana y es uno de los que Nelson Mandela hablaba. Las aldeas parecen bastante humildes, seguramente sin electricidad ni agua, pero, sin embargo, los jóvenes van todos vestidos de uniforme o con corbata al colegio. Seguramente comprar los uniformes le supondrá un gran esfuerzo económico a cada familia; si a eso le sumamos que tienen que andar horas para ir y volver al colegio, no queda ninguna duda de lo importante que es para ellos estudiar y desarrollarse para tener un futuro mejor. Aunque la mayoría nos saluda y sonríe hay algunos niños que se nos quedan mirando como pensando 'mamá, en ese coche rojo se nos escapa la cena'... ¡¡no quiero acabar cocido con una patata en la boca!!

En lo que sí que son privilegiados es en el lugar tan bonito en el que viven. Estamos en el Parque Natural de Drakensberg, que es Patrimonio de la Humanidad. El nombre significa 'Montañas del Dragón' y es la cordillera más alta de Sudáfrica. En ella se han encontrado pinturas rupestres de los bosquimanos, otra etnia africana. Llegamos hasta Giant's Castle, desde donde se pueden hacer rutas de senderismo hasta el país vecino, Lesotho. ¡¡Qué rabia estar tan cerca y no poder hacer triplete de países. Pero hay que ser prácticos: para ir en coche habría que ir en un 4x4 por Sani y conducir por carreteras no asfaltadas hasta alguna ciudad... Tendrá que ser en otra ocasión en la que visitemos el país de la etnia basuto.

Bueno, creo que ya hemos aprendido suficiente de las etnias sudafricanas y hasta hemos dormido cuatro noches seguidas en rondavels de diferentes formas y tamaños... ¡¡Que parecemos el Doctor Livingstone!! ¿Acaso esto no era una luna de miel? Pues hoy vamos a desquitarnos en un hotelito de la cadena Hilton en Durban para ver otro tipo de estrellas. Devolvemos el coche de alquiler en el mismo hotel, y con las botas de montaña llenas de barro, sudados, dos maletas que pesan como hipopótamos, bolsas de supermercado y un elefante de madera que se intuye fácilmente, nos registramos en este hotel de cinco estrellas... ¡¡Hay si Paris Hilton nos viera con estos pelos!! Desde la habitación en la planta once se podría ver toda la ciudad... y utilizo el condicional porque ya es de noche y está cayendo una buena tormenta... tendremos que esperar a mañana para descubrir la tercera ciudad más grande del país.

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