24 sept 2012

Este de Lituania y de Letonia

Dejamos la capital lituana y visitamos Europos Parkas, un parque en el que se muestran más de 90 esculturas de diferentes artistas europeos. Podíamos haber dormido una hora más o podíamos haber gastado los nueve euros que nos hemos dejado por cabeza en tomar café hasta reventar. Pero no, aquí estamos pasando frío ante una serie de desechos horrorosos que supuestamente son arte. No entendemos mucho de arte moderno, pero sí de qué es bonito y qué no... y, sinceramente, todo lo que aquí se muestra es inclasificable. ¿Cómo definir un laberinto hecho de televisiones viejas? Estos se ve que no han pisado la sección de Imagen y Sonido del MediaMarkt. Para más Inri, no está señalizado, te pierdes con facilidad y está todo bastante decadente.

El Europos Parkas al fin y al cabo está pensado para atraer a los turistas que visitan un sitio que sí que merece la pena: el Centro Geográfico de Europa. En 1989 el Instituto Nacional de Geografía de Francia determinó que el centro del continente europeo está en Lituania. El centro exacto está marcado con una piedra. Justo al lado, un monumento conmemora la entrada de Lituania en la Unión Europea en 2004, y, cómo no, la decoración la ponen las 27 banderas de los miembros de la UE.

Paramos en Molėtai, donde se encuentra el Museo Etno-Cosmológico de Lituania, que no sabemos ni qué es, ni para qué sirve, pero por fuera se merece una parada en el camino. Poco después abandonamos la Lietuvos Respublika. ¿Respublika? ¿Es que acaso comparten una vaca?

De nuevo estamos en Letonia. En Daugavpils, la segunda ciudad más poblada del país, visitamos el distrito de las iglesias, donde hay cuatro templos de diferentes confesiones: Ortodoxa rusa, veterocreyentes, luterana y católica. En esta ciudad no tienen excusas para no ser religiosos. Además, apenas hay sitios donde tomar un café, por lo que acabamos tomando algo calentito en el lugar más moderno de la ciudad: en un McDonald's.
 
En las afueras, visitamos una iglesia ortodoxa de madera, que además está al lado de un cementerio soviético. ¡¡Ésta era de regalo!!
Continuamos hacia el norte y llegamos a Aglona, donde se encuentra el templo católico más grande del país. En 1993 aquí estuvo de visita Juan Pablo II. ¿Pero es que hacía nuestra ruta? En Aglona recogemos a una chica que está haciendo dedo. Habla algo de inglés y entablamos conversación: se llama Inga y es profesora, y se muestra interesada en la ruta que estamos haciendo. Nos cuenta que habla letón y ruso, y que sólo ha estado en los países bálticos. En cierto modo, tenemos la sensación de que no conocen mucho más que lo suyo y se resignan a la situación... ¿es que no conocen Ryanair?

En Jēkabpils visitamos otras dos iglesias ortodoxas más... ¿pero cuántas llevamos? A este paso cuando volvamos vamos a necesitar un exortodoxcismo. Lo curioso de una de ellas es que tiene formato de Kremlin, ya que se trata de un recinto cercado con su iglesia y monasterio. También visitamos el castillo y la plaza central, donde hay una báscula gigante, un monedero gigante y un lince también bastante grandecito. ¿Qué problema tienen con las medidas?

El día va tocando a su fin, y antes de retirarnos a descansar, visitamos el castillo de Cesvaine. Ahora sí, ya toca irse a nuestro siguiente alojamiento: una cabaña de madera en Lācītes, cerca de Ranka. La cabaña está genial, toda hecha de madera, pero con una buena calefacción. Cerremos la puerta... ¡hay animales sueltos!

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