26 sept 2012

Este de Estonia: De Tartu a Narva


Despertamos en Tartu y el hotel que habíamos reservado no tiene desayuno incluido, así que paramos en uno de los pocos bares de carretera que se ven. Parece ser que nuestro concepto de bar como lugar de encuentro o de tomar algo, difiere del concepto que le dan los bálticos, más como un lugar donde comer de forma más consistente.

Nuestra primera parada de hoy es la casa solariega de Alatskivi. Pero, ¿qué tiene de solariega esta casa? Hace días que no vemos el sol, así que supongo que será porque en ellas la nubosidad 'sola-riega'. En cualquier caso, todas las casas de este tipo que hemos visto son una maravilla, son como sacadas de un cuento de príncipes y princesas.

Del romántico Alatskivi vamos a un lugar con un nombre más ordinario: Raja. Esta localidad se haya en la costa del Lago Peipsi, que hace frontera con Rusia. En esta zona viven muchos vétero creyentes y visitamos una de sus iglesias más importantes. Los vétero creyentes consideran pecado afeitarse la barba, tienen restricciones en el consumo de tabaco y visten camisas largas. Eso sí, en algunas casas tienen sauna y jacuzzi en el exterior. Nos acercamos al lago y está tan tranquilo...
 
En Vasknarva visitamos un monasterio ortodoxo, otro más para la colección. Y un poco más al norte, visitamos otro monasterio, el de Pütisha, en el que viven unas 150 monjas. Construido en 1891, es como un pequeño Kremlin, rodeado por una muralla y con la Iglesia de la Dormición en el centro. Se ven monjas vestiadas de negro haciendo sus labores habituales: llevando cosas de un sitio a otro, arreglando los jardines, etc. Y todas van de negro.

Y del negro pasamos al gris. En Narva, ciudad con paso fronterizo con Rusia, hay edificios de todos los tonos posibles de gris. Todos. Y es que, esta ciudad parece Rusia. Además del cuidado arquitectónico de la ciudad, la mayoría de la población es rusa, y, por lo tanto, también hablan ruso. En el hotel, la una muda pero eficaz recepcionista nos atiende casi sin abrir el pico. Un Karaoke ruso en el que no corran ríos de vodka tiene que ser menos animado que ver la carta de ajuste.

Pero no hemos venido hasta la tercera ciudad estonia a hacer amigos nostálgicos de los soviéticos. En esta ciudad se haya uno de los monumentos más conocidos (dentro de lo que cabe) del país: el castillo de Narva. Además, al otro lado del río está Ivangorod, la que fuera parte de Narva y posteiormente ciudad gemela. En ella también hay un imponente castillo. La conjunción de ambos castillos da un aire más solemne al proceso de cruzar la frontera. Ay, Rusia, ¡¡cuánto tienes que mejorar y cuánto nos darás para descubrir algún día!! Por ahora, nos conformamos con el generoso apertivo ruso que has dejado impregnado en estas tierras bálticas. ¿Escribiremos algún día nuestras andaduras por la Rosija Federacija?

1 comentario:

  1. garbiñe: ¿que tal lo estais pasando? ya veo que genial. las fotos son muy bonitas pero me apetece un rubio leton, lituano o estonio que pase fugazmente detras del objetivo,jejejeeeeeeeeeeeeee. Apurar el tiempo que no os queda na.

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