Tras una hora de trayecto llegamos a Jerusalén, donde ya es de día y la mañana está fresca. Dejamos la mochila en el hotel y cogemos el tranvía dirección a la ciudad vieja... ¡¡qué emoción!! Estamos en una de las ciudades más antiguas del mundo, con más de 4.000 años de historia, y que es ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas más importantes: musulmana, judía y cristiana. Se sea creyente o no, la ciudad es importante para todo el mundo, pues es la cuna de nuestra civilización y la religión forma también parte de nuestra historia. Hay muchísimas cosas para ver, pero es un destino algo complicado, pues cada sitio tiene un horario diferente y abre días diferentes. Como ya contábamos con ello, nos hicimos un planning en excel para no perdernos nada... Lo sabemos, esto se nos está yendo de las manos...
Entramos en la ciudad vieja y llegamos hasta el Muro de las Lamentaciones. Sin embargo, por ahora no nos detendremos en él. Tras un control de seguridad entramos en el Monte del Templo, lugar con una turbulenta historia: aquí, estaba el templo sagrado de los judíos, donde Herodes el Grande construyó posteriormente el segundo templo; los romanos lo destruyeron, quedando sólo el muro oeste, al cual acudían los judíos a lamentarse por la destrucción del templo, y de ahí que se denomine el Muro de las Lamentaciones. Por otro lado, para los musulmanes este lugar también era sagrado, ya que se supone que desde aquí Mahoma ascendió a los cielos con el ángel Gabriel en su 'Viaje Nocturno'... ¡¡Anda, otro que madrugaba para viajar!! El caso es que los musulmanes se hicieron con el lugar y no permiten a los judíos ni tan siquiera pasar al recinto, ya que éstos quieren construir ahí el tercer templo, pues creen que su mesías llegará a la tierra accediendo por la Puerta de Oro, la cual han tapiado los musulmanes. Esto es un 'quítate tú para ponerme yo', ¿no?
El Monte del Templo también es conocido como 'La Explanada de las Mezquitas' y es el tercer lugar sagrado del islam. En el centro se haya la Cúpula de la Roca, que no es una mezquita como muchos piensan, pues no se ora en su interior. Su cerámica azul y la cúpula dorada (con 70 kilos de oro) son el icono de la ciudad, pues se ve desde los alrededores al estar en un alto y porque suele ser el fondo habitual que los reporteros utilizan en sus conexiones informativas. Aunque es la quinta que se construye, la que vemos actualmente es del año 1.035, ¡¡casi un milenio!! Al lado hay otras edificaciones, como la Cúpula de la Cadena o la Mezquita de Al-Aqsa, menos llamativas pero también dignas de mención.
Abandonamos la ciudad fortificada por la Puerta de los Leones para dirigirnos al Monte de los Olivos, lugar lleno de acontecimientos bíblicos. El primer lugar donde paramos es la tumba de la Virgen María, lugar que ha permanecido durante siglos intacto, pues los musulmanes también la veneran. Muy cerca se encuentra la gruta de Getsemaní, donde se dice que Judas traicionó a Jesús.
Seguimos con la Biblia como guía turística y paramos en la Iglesia de la Agonía. Este nombre se debe a que aquí oró Jesús la noche en la que fue arrestado. En su interior hay una piedra que se supone es el lugar exacto. El edificio actual data de 1924 y es conocido también como la Iglesia de las Naciones, pues muchos países aportaron dinero para su construcción. En la fachada, las cuatro esculturas representan a los cuatro apóstoles de los evangelios.
Muy cerca se encuentra el Huerto de Getsemaní, a donde Jesús solía ir a rezar huyendo de la ciudad. Curiosamente este es uno de los lugares más importantes de Jerusalén... ¿que por qué? Todas las iglesias y monumentos de la ciudad, sean más o menos imponentes, más grandiosos o más humildes, fueron construidos después de la muerte de Jesús. Sin embargo, en este huerto hay olivos que ya existían en la época de Jesús y que pudieron ser testigos mudos de los paseos de Jesús y los apóstoles; de hecho, algunos olivos han sido datados de hace más de tres mil años. Un aceite de esas olivas, ¿se podría considerar virgen super-extra?
Seguimos el ascenso por el Monte de los Olivos y visitamos la Iglesia Ortodoxa Rusa de Santa María Magdalena, con sus siete cúpulas doradas y unos bonitos jardines. En la ladera del monte también se encuentra el Cementerio Judío: es uno de los más caros del mundo porque, según la creencia, es donde se producirá el Juicio Final y la Resurrección de los Muertos, y claro, mejor ser de los primeros en resucitar que luego hay colas en el baño. Un poco más de cuesta y llegamos a la Dominus Flevit, el punto desde el que Jesús lloró al ver en lo que se estaba convirtiendo Jerusalén.
Un lugar que nos cautiva es la Tumba de los Profetas. Se trata de una cueva de más de dos mil años en la que estaban enterrados los profetas Hageo, Malaquias y Zacarías, entre otros. El lugar no tiene iluminación, pero hay unas velas para poder ver... y no penséis que han dejado unos cirios tamaño XXXL, no... no superan el tamaño de un lápiz a la mitad del curso escolar. A Pablo le da un poco de miedo la situación... así que sale para traerse a un monje finústico con gafas y dentadura irregular para ya estar aterrorizados del todo. Con un poco de confianza nos adentramos por los túneles, donde vemos las tumbas escavadas en la roca y donde el monje, juzgado incorrectamente por sus apariencias, resulta ser muy majo y nos quedamos charlando un buen rato con él.
Al final de la escalera vemos una luz cegadora... no, no es Dios, sino los rayos del sol que nos fríen los ojos después de haber estado casi a oscuras; y no lloramos de la emoción, sino porque nos pican los ojos 'que no veas', nunca mejor dicho. Seguimos subiendo la cuesta y llegamos a la Iglesia del Pater Noster. En este lugar es donde Jesús enseñó a los Apóstoles el rezo del Padre Nuestro. Es un lugar muy curioso, porque, realizados en cerámica se muestra el Padre Nuestro en más de 60 idiomas. Conseguimos encontrar el rezo en Euskera, Catalán, Gallego, Aragonés, ... ¡¡y sin embargo nos vamos sin verlo en Castellano!!
Continuamos la ascensión hasta la Ascensión, valga la redundancia, porque en la cima del Monte de los Olivos se encuentra una mezquita donde se dice que Jesús ascendió a los cielos cuarenta días después de su resurrección y donde dejó una huella. En la piedra no sabemos si lo que vemos es una huella... pero en lo que sí dudamos es del lugar... si estaba por ascender, ¿no podía haberse ahorrado la cuesta? Yo hubiese despegado más abajo, ¿no?
Un bonito lugar hubiese sido el Valle del Kidrón, donde están las monumentales tumbas de Absalon, Hezir y Zacarías (no el profeta, que ése estaba en la cueva del miedo).
El día está siendo intenso, ¿verdad? Pues inconscientemente esto no ha sido nada... Visitamos la Ciudad de David, prácticamente un montón de piedras en la ladera de un monte... ¡¡pero colocadas ahí en el 1000 antes de Cristo!! Lo peculiar del lugar es un canal interno para llevar el agua que ya teníamos pensado visitar. Cuando hicimos la maleta metimos chanclas y una linterna para esta visita, además del bañador para bañarnos en los tres mares. Pero, como la maleta no llegó con nosotros, no tenemos nada de eso. Por si fuera poco, llevamos pantalón largo 'formal' para que no nos pusieran pegas al entrar en lugares sagrados... ¿renunciamos a la vista? ¡¡Ni pensarlo!! Compramos una linterna por menos de un euro con la entrada y decidimos hacer el recorrido descalzos. Es un túnel de poco más de 500 metros de longitud, entre metro sesenta y dos metros de alto y como medio metro de ancho... y sin ningún tipo de iluminación. Al principio, vienen los ji-jís, que qué fresquita está el agua, que qué curioso esto del túnel... luego vienen los qué raro que estemos solos, me da miedito pensar tanto que no veo qué hay detrás como que veo muy poco por delante, que si nos pasa algo quién se entera... para terminar pasando al 'pero ¿no había otro camino verdad?'. Con ánimo de relajar la tensión Pablo apaga la linterna y me dice alarmado que nos hemos quedado sin pila, para encenderla unos segundos después y decir que es broma... Casi lo asesino, pero él tío listo lleva la linterna y el sentido común me dice que no sería bueno que se moje. Los cuarenta minutos de incertidumbre terminan en la piscina de Gihon... ha sido una experiencia increíble en la que hemos soltado tanta adrenalina que podríamos venderla embotellada. Revisamos las fotos y vemos que, para haber sido tiradas a ciegas, han quedado hasta bien.Seguimos con nuestro excel para días estresantes (lo llamaremos estrel) y llegamos a otro lugar clave en la historia de Jesús: El Cenáculo. Se trata de una sala donde supuestamente tuvo lugar la Última Cena y, en consecuencia, donde se estableció la Eucaristía. Pablo, tras varios minutos en silencio, espeta '¿Pero cómo colocaron la mesa para trece?'. Yo supongo que, ni la sala tenía la forma actual, ni posiblemente cenaran en mesa, a pesar de que siempre se representa así. Digo yo que, si fue algo improvisado, sería más tipo pic-nic, no?
Siendo el tercer día que hemos dormido menos de seis horas y tras horas caminando, '¿vamos a la iglesia de la dormición?' podría interpretarse como '¿vamos al hotel a descansar?'. Pues no, resulta que es otra iglesia, en este caso la de la muerte de la Virgen María, que, como era divina, no se murió sino que se quedó traspuesta, pero eternamente.
Abandonamos el barrio cristiano (uno de los cuatro que componen la ciudad vieja) y ya en la parte moderna hacemos las últimas visitas del día: Vemos a lo lejos el molino de viento de Montefiore, entramos al hotel King David y paseamos por la calle Mamilla con sus elegantes tiendas. También nos acercamos a la Asociación de Hombres Jóvenes Cristianos (más conocida por sus siglas en inglés YMCA popularizadas por la canción de los Village People), y que en Jerusalén tiene una torre realizada por el mismo arquitecto que el del Empire State.
Hoy hemos visto tantas cosas que apenas hemos tenido tiempo para asimilarlas. Y es que, ni la cabeza ni los pies nos dan para más... nos vamos al hotel donde nos espera una ducha y una cama... y nuestra gran sorpresa es que ¡¡nos han traído las maletas!! Hoy dormiremos por fin... ¡¡con pijama!!
Que pasada....me dais una envidia!!
ResponderEliminarQue bien os sientan las vacaciones. Se os ve relajados y felices.me alegro muuuuuuuucho. Un musu ����������
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