24 sept 2010

Norte de Hungría

Despertamos en Nemethy Panzió, batiendo nuestro record madruguil a las 6 de la mañana. Ya de por vida no tendremos que pagar por bolsas en los supermercados, ya que podremos llevar la cesta de la compra en los ojos. Como estamos muy al este y la zona horaria es la misma que en la España peninsular, a las 7 de la tarde ya es de noche y a las 7 de la mañana ya empiezan a abrir algunos establecimientos. Nos despedimos del feliz pensionero para dar un paseo por el centro.

Debrecen es la segunda ciudad más grande de Hungría y fue dos veces la capital del país. Los lugares más interesantes se encuentran en la plaza Kossuth Tér. De entre ellos, destaca el que es el símbolo de la ciudad, la Gran Iglesia de la Reforma (1807-1821). Aquí se destronó la dinastia Hausburgo en 1849, declarando la independencia húngara.







Para calentarnos un poco del frío tempranero, Pablo se toma un batido de chocolate con hielo (por alguna especie de terapia de choque, digo yo) y yo un café precioso... sí, precioso porque está decorado... ¡¡estos húngaros!!










Y como no hay dos sin tres, de la segunda ciudad más grande nos vamos a la tercera, Miskolc. Se trata de una ciudad con un extenso tejido industrial, y también con un centro muy acojedor pero que actualmente se encuentra en obras. En la 'ciudad de las iglesias' la que más nos llama es la Iglesia de Madera (1938), construida por un arquitecto de Transilvania... ¿será este un guiño en el camino para que visitemos Rumanía? Que no nos tienten, porque somos de pasaporte fácil.


Después de tantos días de viaje, de horas de coche y ciudades caminadas, tenemos los músculos como cocos, así que vamos a relajarnos a un balneario, que para algo nos encontramos en el país de las aguas termales. Pero en esta ocasión vamos a ir a uno muy especial, el Barlangfürdö o Baño Cueva en Miskolctapolca.








Se trata de unas cuevas en la colina de Miskolc desde donde brota el río Tapolca y por cuyas cavidades fluyen aguas termales de entre 30 y 35 grados. Es toda una maravilla, hay chorros de agua, jacuzzi, piscinas con agua a diferentes temperaturas, sauna, baño turco, ... Pero sin duda lo más espectacular es nadar por los pasillos y galerías de las cuevas, relajadamente o bien siguiendo una corriente que ponen de vez en cuando.





Por algo más de 12 euros cada uno, hemos disfrutado durante unas cinco horas de la hidroterapia húngara... Con la piel sedosa, descansados y totalmente renovados, ¡¡que nos echen otros 15 días de viaje!!











Relajados, visitamos el Palacio Lillafüred, una precioso hotel rodeado de montes verdes. Y, el castillo de Diósgyör, para llegar al cual, una familia Miskolca se puso a llamar por teléfono a toda la agenda para encontrar a alguien que le pudiera traducir al inglés las indicaciones. El castillo medieval aún refleja la grandiosidad pasada, con cuatro inmensos torreones y una planta cuadrada. Bueno, una de las torres está bastante dañada... ¿habrán sido las castañas asesinas que rebotan en el suelo a nuestro paso?




Visitamos Sarospatak, donde hay varias construcciones de Makovecz Imre: el Centro Cultural y unas viviendas con formas originales. Como la noche se ha echado encima, las fotos no nos quedan lo bonitas que esperábamos. ¡¡Habrá que volver!!

Finalmente nos dirigimos a la región vinícola de Tokaj, donde nos alojamos en el hotel con el mismo nombre. Pero antes, con pantalones cortos y pinta de guiris, cenamos en el único sitio que encontramos abierto (debido a su atípico horario de 17h a 24h). Aunque cenar en una terracita a unos 12º con ropa de verano no sea muy normal, 'donde yo me alimente, míreme la gente'. Y a descansar.

1 comentario:

  1. garbiñe- me habreis traido unos 100 litros de agua de esas termas para que las ponga en la bañera?. precioso. pasarlo bien.

    ResponderEliminar