23 ago 2020

Recorriendo Niza

Nunca he entendido el poco criterio que tienen los mosquitos. Se supone que les atrae la luz, así que si abres las ventanas y enciendes la luz los mosquitos entrarán en la vivienda. Pero, ¿qué ocurre cuando la apagas? Si hay más luz fuera, deberían volver a salir, ¿no? ¡¡Pues no!! Ahí se quedan esperando a que estés en fase rem para perforarte la piel y sacarte la sangre como si fuera un pozo petrolífero. Aunque, pensándolo bien, estando en un bajo y con las ventanas abiertas, mejor que entren mosquitos y no asome la cabecita de algún vecino curioso.

Cuando planificamos el viaje, teníamos pensado ir a pasar el día a San Remo en Italia. Sin embargo, dados los controles de coronavirus que se están realizando en la frontera, decidimos no tentar a la suerte y quedarnos en Niza, lo cual significa que tenemos un día completo para visitar la ciudad. En nuestra guía vienen cinco itinerarios, así que ¡¡hay tiempo para hacerlos todos!! Cuenta-kilómetros a cero y empezamos...


El primer lugar que visitamos es algo que uno no se espera... ¡¡una catedral rusa!! Aunque es conocida con ese rango, realmente habría que referirse a ella como la Iglesia Ortodoxa de San Nicolás. ¿Y por qué está ahí? Pues por lo de siempre... como muchos rusos han veraneado por aquí desde el siglo pasado y ya se sabe que son "muy suyos", querían tener su propia iglesia. Así que ahí pusieron su templo religioso con sus cúpulas y pináculos, con creativas formas y colores pastel, como si de algodones de azúcar estuviese hecha... Parece que va a salir Anastasia, ¡pero no! ¡Va a salir a Putin! Yo creo que se está gestando una invasión silenciosa desde el Kremlin... ¿no es sospechoso que en Altea pusieran otra? ¡Ahí lo dejo!

Pasear por las calles de Niza es pasear entre hermosos edificios Belle-Époque, muchos de ellos pequeños palacetes frente al mar mediterráneo. Uno de ellos es la Villa Masséna, que fue mandada construir por Victor Masséna, uno de los generales de Napoleón. Es un pequeño tesoro por su mobiliario original, retratos y... por lo fresquito que se está. Cabría destacar dos objetos sobre todo: la máscara mortuoria de Napoleón y la mortaja de Garibaldi. Supongo que por los museos de Francia estarán repartidas decenas de objetos del emperador francés. Pero, ¿y lo de Garibaldi? Pues lo que son las cosas... resulta que el reunificador de Italia nació en Niza, o mejor dicho en Nizza, ya que en aquel momento pertenecía a Italia. Después, en 1860 se hizo un referendum para decidir si se quería anexionar la región a Francia y salió que sí, con lo que ahora, la ciudad natal del político italiano es francesa. Y hasta aquí el capítulo de curiosidades de la historia. 

Si Niza tiene un icono, ése es, sin duda, el hotel Negresco. Tiene ya algo más de un siglo y en su inauguración presumía ser el hotel más moderno del mundo, porque, entre otras cosas, tenía teléfono en todas las habitaciones. Lo que está claro es que sigue siendo un hotel muy exclusivo y, sobre todo, fotografiado, ya que todo visitante de la ciudad se lleva una foto con sus características cúpulas de color rosa y verde.

Estamos en el Paseo de los Ingleses, llamado así porque era por donde se llegaba hasta una colonia británica cercana. Ahora es donde están los pocos pero lujosos hoteles de la ciudad: para ser un lugar que vive del turismo, nos ha llamado la atención que no hay muchos, seguramente porque lo que abundan son segundas residencias de gente adinerada.

El centro neurálgico de la ciudad es la Plaza Masséna, una gran explanada en la que hay un conjunto escultórico del artista catalán Jaume Plensa. Pero es otra cosa la que nos llama la atención... ¿por qué hay tantos anuncios del Tour de Francia? Consultando en internet descubrimos que este año se ha retrasado por el covid-19 y que el día 28 de agosto empieza en Niza, y así lo constata un reloj con una cuenta atrás situado en la plaza.

La parte histórica de Niza se conoce como "la Vieja Niza", una distrito lleno de calles peatonales, restaurantes y tiendas. Vemos el Ayuntamiento, la Ópera, el Palacio de la Justicia, ... pero donde más nos entretenemos resulta ser en el Mercado de las Flores, donde se pueden comprar frutas y verduras, jabones naturales y ambientadores de lavanda. Otro lugar donde pasamos un buen rato es en la famosa heladería de Fenocchio, donde probamos un helado de cerveza y de lavanda... realmente no sabría decir cuál de los dos es más original.

Para culminar nuestro recorrido por la ciudad subimos a la Colina del Castillo... donde no hay castillo, pero sí unas bonitas vistas de la ciudad y de lo que se conoce como la Bahía de los Ángeles. Oficialmente, ese nombre proviene de un tipo de tiburón que había por la zona; aunque la leyenda dice que el nombre viene de los ángeles que trajeron el cuerpo decapitado de la mártir Santa Reparata, patrona de la ciudad.

Terminamos la visita turística con otra curiosidad: la Estatua de la Libertad de Niza, que conmemora las buenas relaciones de la ciudad con los Estados Unidos. Con menos de un metro de altura pasa a ser la sexta estatua que vemos, después de las de Nueva York, Berwick, París, Tokio y... ¡¡Cenicero!!

Siempre decimos que el segundo día de viaje es el más agotador... ¡¡y este viaje no es una excepción!! Estamos realmente agotados después de andar la friolera de 20 kilómetros... ¡¡El nuestro sí que es el Tour de Francia!!

1 comentario:

  1. Viaje cultural.a.tope....espero.que lo esteis disfrutando.....¡¡¡yo si!!!

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