11 mar 2017

Bæ bæ Ísland

La guesthouse en la que nos alojamos en Keflavík quizá no haya sido el mejor alojamiento de este viaje: las vistas desde la ventana no alcanzan más allá de la casa de enfrente; el escuálido joven anclado en la pasada moda de enseñar el calzoncillo quizá no haya sido el más simpático de los anfitriones; incluso los fantasmagóricos huéspedes a los que oíamos abrir y cerrar puertas pero a los que no hemos conseguido ver, tampoco han sido un ejemplo de convivencia. Pese a todo, hemos descansado en harmonía casi nueve horas, levantándonos reparados y listos para emprender nuestro viaje de regreso.


Una vez devuelto el coche de alquiler, nos llevan hasta el aeropuerto internacional de Keflavík. Aunque tan sólo ha pasado una semana, apreciamos el cambio en el paisaje: hoy está mucho menos nevado que cuando llegamos. Con nuestra breve estancia hemos podido adivinar que el clima extremo de este país es también muy variable: un día sale un sol brillante, otro nieva y otro tiene un viento capaz de desviarte en el camino. Una vez más, la experiencia de viajar nos enseña la lección de lo afortunados que somos por vivir en un lugar en el que el clima es un regalo, y el cambio de estaciones, un viaje en el cual disfrutar de su diversidad.


Muchas veces se habla del buen nivel de vida que tienen estos países, algo que tendemos a creernos porque a menudo sólo los juzgamos por los desorbitados sueldos que tienen en comparación con España. Pero ¿qué es el nivel de vida? Con un clima tan intempestivo, no hemos visto que los islandeses disfruten de grandes casas, lujosos coches o que llenen los escasos restaurantes y bares del país. Las carreteras, calles y servicios civiles tampoco destacan con respecto a los de cualquier otro país económicamente estable. Nuestra conclusión es que asumen con tranquilidad tener las necesidades cubiertas, sin que les falte ni les sobre nada... quizá simplemente tengan el hábito de saber adaptarse a lo que hay, dado que el carácter insular del país se contrapone a la abundancia de comida y objetos de consumo.


Otra cosa que nos ha llamado la atención es que apenas hemos tenido contacto con los islandeses. Cabía esperar que los extranjeros fuéramos un soplo de aire fresco (o caliente, no sé qué es mejor aquí), y que estuvieran deseosos de conversar sobre la tierra continental. Sin embargo, la mayoría de gente que hemos visto han sido turistas, y a menudo, los mismos. El espíritu de aislamiento llega hasta el punto de que en algunos alojamientos nuestro único contacto ha sido mediante un telefonillo.
Los alojamientos del país no son muy abundantes, motivo por el cual hay muchos bed and breakfast y casas de huéspedes. El concepto de hotel se limita a las grandes y lujosas cadenas, sin el abanico de rangos a los que solemos estar acostumbrados. En cualquier caso, todos resultan muy confortables, especialmente en cuanto a temperatura; incluso suele ser habitual pasar bastante calor, dado que, según tenemos entendido, la electricidad es gratis.




Islandia es uno de esos países a los que hay que ir una vez en la vida. Pocos países poseen un patrimonio natural como el que hay aquí: hemos visto glaciares, hemos subido a un volcán, hemos visto una playa de icebergs, hemos caminado entre solfataras y hasta hemos cruzado de una placa tectónica a otra. Las playas de arena negra, estruendosas cataratas y los campos salpicados de musgos verdes son ahora paisajes que nos llevamos dentro de esa maleta de recuerdos que es nuestra mente. Y, por supuesto, nunca olvidaremos esa noche en la que vimos las auroras boreales, dibujando formas caprichosas con fósforo verde.


Este viaje está a punto de terminar y sentimos, como siempre, una nostalgia por tener que irnos del país que nos ha acogido mezclada con la tranquilidad de volver al hogar. Y también, como siempre, las pantallas con los múltiples destinos del aeropuerto nos inspiran para seguir soñando... en viajar.

1 comentario:

  1. Por fin estais en casa, chicos.LOs paisajes de este viaje guardados en la memoria. CUal sera el proximo destino? Agur

    ResponderEliminar