Nos dirigimos a Köszeg, una pequeña localidad cerca de Austria. De hecho, está tan cerca que decidimos pasar la frontera a ver qué se cuece en el otro lado, pero no encontramos nada de interés y de las mismas nos volvemos. Ya en el centro histórico de la ciudad, destacamos dos monumentos. Por un lado, el castillo, que, aunque no es gran cosa, está bien conservado. Por otro, una iglesia que parece sacada de un cuento de Walt Disney: les pones a Mickey y Minnie delante bailando y ya tienes otro Eurodisney.
Continuamos el lunes en Szombathely, ciudad cuyo nombre significa "el sitio de sábado". Ya desde el año 43 esta ciudad era importante debido a su ubicación estratégica en la ruta del ámbar, y no nos referimos a la zona de marcha de Yurena, sino a la ruta comercial entre los mares báltico y mediterráneo. Los romanos dejaron multitud de ruinas en pleno centro de la ciudad. Por haber, hay hasta un templo de Isis, del siglo II. El altar está dirigido al Este, para ser iluminado por el sol durante la ceremonia de ofrecer sacrificios a la diosa. El culto de Isis llegó al imperio romano desde Egipto, alrededor del siglo I, y se defundió por todas las provincias. El templo de Szombathely es una de los tres de este tipo que se encuentran en Europa.
Por último, visitamos una de las ciudades que rodean el lago Balatón, Keszthely. Es una ciudad muy tranquila, donde se encuentra el Palacio de Festetics, con unos cuidados jardines que lo rodean. Nos acercamos también al lago Balatón para ir abriendo boca de lo que será el día de mañana, ya que nos dedicaremos a visitar sus alrededores.
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