Introducción y ruta

31 de agosto y toca operación retorno... ¡¡retorno al aeropuerto para irnos de vacaciones!! Después de un periodo bastante est-ático dúplex, toca volar hacia nuevos horizontes donde darle aventura a la vida. ¿Y cuál es nuestro nuevo destino? A ver si lo adivináis... ¿Si fuera un vino? Sería un Rioja Neiro. ¿Tiendas femeninas? Amazonas. ¿Una marca de rotuladores? Carioca. ¿Un tipo de copa? Cabana. ¡¡Síiiiiiiii!! ¡¡Nos vamos a Brasil!! Y, por primera vez, ¡¡a un país latinoamericano!!

Pero claro, la República Federativa de Brasil es un país enooooooorme... y visitar el que es el quinto país más grande del mundo requiere hacer una cuidadosa selección. Empezaremos por Río de Janeiro, donde el Cristo Redentor nos dará la bienvenida con los brazos abiertos al país de la samba. Con la insulina a tope tras disfrutar del Pan de Azúcar, volaremos a Brasilia; la capital federal nos mostrará al extremo el lema del país "Orden y progreso", donde un visionario Oscar Niemeyer planificó la ciudad perfeita y creó un buen abanico de imaginativos edificios. Del RAL "blanco Niemeyer", pasaremos a nuestro primer RAL "verde bosque brasileño"... ya que en el estado de Goiás visitaremos el espectacular Parque Nacional Chapada dos Veadeiros.

Cambiaremos de RAL con Azul Airlines para llegar hasta Recife, donde el turquesa de sus costas nos transportarán a un paraíso repleto de peces de colores. Y nuevamente cambiaremos de color al volar hasta San Luis, donde el amarillo del paisaje dunar de Lençóis Maranhenses nos transportará a verdaderos oasis. En este arcoíris, el culmen de la exuberante naturaleza lo conoceremos en el mismísimo Amazonas, donde viviremos una auténtica aventura de supervivencia con delfines rosas y caimanes negros. Si no terminamos siendo un ágape para anacondas, pirañas y tarántulas, terminaremos encomiándonos a São Paulo; la capital económica del país será donde gastemos nuestros últimos reales brasileños y donde le digamos obrigado a la ex-colonia portuguesa.

Muchos pensarán que estamos como una "cabral". Y sí, lo estamos. Pero ojo, no locos... sino como Pedro Alvares Cabral, con ganas de descubrir Brasil. ¿Nos acompañáis?