Ponemos rumbo al sur y cruzamos el estado de Delaware. Es uno de esos estados pequeños que casi nadie sabe que existe... ¿Dela qué? ¡¡Delaware!! No tiene ningún lugar que nos llame la atención, así que pasamos al siguiente estado... Maryland. La ciudad más importante de este estado es Baltimore, así que paramos para darnos un paseo por la ciudad.
En general, las afueras de todas las ciudades que hemos visto hasta ahora son algo feas: las casas están descuidadas y las aceras, donde las hay, están para hacerse un esguince. Además, la gente de los suburbios no tiene muy buena pinta, aunque todo el mundo es muy agradable y te desea los buenos días. Por el contrario, los centros de las ciudades están muy bien urbanizados, con amplias calles y edificios muy elegantes.
Una curiosidad de Baltimore es el manuscrito Desiderata, que se encuentra el la Iglesia de San Pablo. Es un documento del siglo XVII escrito en latín que habla de cómo vivir la vida y ser feliz, sin hacer alusión a ninguna religión.
Volemos hacia el coche y descubrimos que en los parquímetros se puede elegir la modalidad Violation. ¿A que horas pasan las señoritas revisoras? Esto parece el canal interactivo de Antena3...
Llegamos por fin a la capital de la nación: Washington Distrito de Columbia. A diferencia de lo que creen muchos, Washington DC no es un estado, sino un distrito federal situado en los estados de Maryland y Virginia, y dividido por el río Potomac. Después de comer y de registrarnos en el hotel, cogemos el metro para visitar la parte suroeste de la ciudad.
Para no tener que meternos en el centro de la ciudad, decidimos ir en metro. La parada más cercana está a unos 10 minutos andando. El problema es que, éste no es país para peatones, así que de vez en cuando tienes que jugarte la vida para cruzar algunas carreteras o ir por el césped porque a nadie se le ocurrió poner una acera en una zona residencial. Cruzamos lo que parece el Cobo Calleja washingtoniano (mayoristas chinos) y llegamos al metro, en el que destacan algunas cosas muy raras: curiosamente está muy oscuro; se paga en función de la hora del día y de las estaciones por las que vas a viajar; todas las escaleras mecánicas de bajada están estropeadas.
A diferencia de días anteriores en los que hemos sudado la gota gorda, hoy el día está lluvioso y han caído los grados farenheit. De hecho, sacamos por primera vez el paraguas. Como el día no está para andar deambulando por ahí, hacemos una pequeña aproximación a la parte de la ciudad en terreno de Maryland, de forma que nos dejaremos lo bueno para mañana.
no se si vais a mantener la linea en EE,UU.
ResponderEliminarLe imprimo a ama lo que vais escribiendo en el blog. Os manda recuerdos y que lo paseis bien, Untxi como muchas zanahorias yama juega mucho con el.
Agur